Para todos aquellos que siempre los siguieron, y para los que (como yo) no se ríen de un solo chiste desde la temporada número 15 en adelante (y todo esto sin contar el cambio en las voces en la traducción del show al castellano), no hay como expresar en palabras todo lo que me reí con esta película.
Ahora pasemos a la parte objetiva -¡QUE GRACIOSA QUE ES, POR FAVOR!- si bien la animación en sí no varió mucho comparada con la tele, y tampoco rescata ese tono de hecho a mano que tenían las primeras temporadas, y que le daban los genios de Clasky-Ksupo -responsables de Rrugrats-, creo que el primer premio se lo llevan los fondos y la vuelta de tuerca que le dieron al color, sin contar la increíble fusión entre animación 2-D y 3-D, que me dejó con la boca abierta tanto por la complejidad de las tomas, como por lo excelentemente resueltas que estaban, incluso desde el punto de vista narrativo.
No hay manera de describir lo graciosa que es, los chistes son ingeniosos, no decaen en ningún momento, y, si uno es perspicaz -y si no lo es, dudo que algo cambie- se le pega durísimo a todos (bonita forma de decir que le dan con un palo a todos). Humor muy ácido y expresivo en partes, y muy gráfico e ingenioso en otros. Para prestarle atención a cada detalle.
Realmente, yo sí le tenía fe, no como muchos, pero creo que muchos de esos muchos van a cambiar de opinión.
Además, es la película de Los Simpsons, como puede estar mala.